Nunca he querido ser grosera con una mujer.
Pero creo que despues de algunos años, se merece este escrito:
Estimada Mujer del Mal:
nunca he creido en las mujeres, ni son mi destino,
pues me basto a mi misma para sentir su intolerancia.
Siempre, has sido signo de respeto, de admiración
y mirate, en las perversiones que has caido
todo tras el poder, que muy pronto tendrás marchito.
No eres nadie, pues solo un simple papel te sostiene
pronto caduco, pronto, ceniza.
Qué te lleva a morder de la manera,
qué premio vas a merecer por ese trozo de humanidad que te has llebado
Tu nombre caduca
cinco cuatro tres desapareceras por fin.
Pordiosera del poder
no nos llebamos nada de este escalón inmerecido
recuerda hay símbolos que nunca serán nuestra propiedad.
Recordada por perra mordedora,
¿y tu ya recordaste a donde van los animales furiosos?
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