sábado, 24 de enero de 2009

Poemario Notas Errantes 1997.

NOTAS ERRANTES


Mónica Reveles Ramírez









Beca Jóvenes Creadores 1997
Durango, Dgo.











TESTIMONIOS DE NAUFRAGIO












Los profetas buscan su memoria

El silencio cubre con arena su canto:
mar de nubes en reposo.

Tu cuarto respira por la ventana,
pide una puerta más.
Huracanes embriagan la noche,
nínfas se muestran a la luz.
Virgilio, Cervantes inician su obra.

Es el momento,
nuestras sombras no esperan.
Vivir...
antes que los profetas
encuentren su memoria











Rosasombra

La sangre de rosa
regó la noche
cubierta por luna.
Cada perla
desgajada en el mar
conoce secretos del marino.
Monjas de pies en barro
acompañan perfumadas la tristeza.
Una oración por almas manchadas,
lágrimas de vela nocturna.
No hay sol para la espera
de doce campanadas.
La sangre de rosa
se derrama
entre sombras.















Empezar a vivir

A José Luis.
Naufrago de sueños


Cerré los ojos
para empezar a vivir
un sueño lento.

Y te miré
adorando el concreto
de una ciudad vacía.
Cerré los ojos
guiada por el luminoso perfil
que atrapa la mediocridad,
hermosa y distante.
El otoño cae
y tú
como un ermitaño
te sientas a mirar el mar,
que mis ojos lloran
para que no se extinga.
Tu sombra y pasos en arena
se borraron
con olas celosas por tus piernas.
Para adueñarme de ti
pagué por un fantasma.

Cerré los ojos
para empezar a vivir






Evocación


En un nuevo desvarío
evoco al sol
atrapado por tus manos,
melodía del naviero
impulsado por sus velas.
El cántico nos atrapó
al navegar la consumación
de un siglo.

Tras rosas
el viento eleva sus anclas.
la naturaleza
traicionó juramentos.











Naufragio


Cobarde melodía
expiró sin disculpas el secreto:
granada
disuelta
una tarde
por la serenidad de tu cuerpo.
Nace nuestra soledad en la aurora
como una paloma exaltada.
Navegaste en la isla
sin un mapa:
huyes mas allá
de la última página del libro.

Un barco naufraga
en la lectura distraída
del que duerme.





Voces

Hay una voz atrapada
ferviente de sentidos,
caduca despertares.
Nace del huracán palpitante:
vagabunda
enciende gritos,
entusiasma tardes.
No conoce la calma:
de la paz
liberada en madrugadas.












Propuesta

Convertido en papel y roca
saborea un café
Amemos:
en la huella fresca de canción llorada.
Amor idílico.

Olvidar.

Inventemos
otra forma de creer.


















Tarde

A Claudia
en su vuelo

Un sol negro

enfría la tierra.

Hoy

el amor apaga su locura

se va

como el aura

en busca de su nuevo viaje.
























NOTAS SEDENTARIAS
















Una ciudad

Miro una ciudad lejos del destino
detenida en el tiempo
con seres autómatas que sin ojos
observan el concreto
que sepulta las llorosas acequias.
Perforan su destino,
caminan sin dirección exacta
de quehacer y nombre.
La ciudad se calla
antes del fin de quincena
cuando los avaros
salen a buscar la careta.
Como trompos
azotados por su cuerda, giran
comodines educados.
La construcción barroca
ahoga campanadas cada hora.
Para sentirse solo en esta ciudad
sólo basta invocarlo:
festejar en un café el olvido
es serenata de cada tarde.







Olvido del recuerdo

Éramos una tarde de Durango:
la plaza se mojaba de ausencia.
Y septiembre
nos daba la bienvenida.
Ironía en tu palabra imprudente
frente a catedral.
Estéreo sin meditar,
Imaginaba libros,
“latas vacías...”

Éramos una noche de una ciudad:
y un hombre
se desvanecía de olvido.






Reclamo


Aún exiges que te mire, mundo:
cuando la sangre del que nace
recoge una herencia miserable,
y vive para levantar triunfos
del imperio virgen y candente.

Junto al vértice de la rosa
te miro fugitivo,
como el pandero de un anciano: niño.
Testigos centenarios
labran en canteras
tus huellas
cuando te levantas héroe
y en el mar fracasos.
Hombre de signo tierra.
Segura de que soy tuya:
Te miro,
mudo.






Canción gloriosa

Anunciada en mi oído
miro la canción,
mientras naces bajo tormenta de mal.
La música te envolvió.
Un árbol
sin comprender grita
en las calles del vicio.
Una ciudad espera plasmar
tu nombre en la cantera.
No dejes que te mire.
La canción gloriosa escapa.















Niño

Camina entre nubes de concreto,
y luces
merodean su cielo.
Agita su dulce bolsa:
por una moneda,
los sueños no tienen precio.
Confundido con el viento
derrama su alma hermosa,
se detiene en una esquina:
va contando sus consuelos.











Adornados los caminos

Una noche perdió
el secreto de la voz.
Emigraron las aves
al lugar donde el plumaje
se viste de color.
Cae el día:
la estación recuerda
que el frío huele a miseria.
Nace la estrella
del rincón de profetas
anunciando salvación.
Las flores se tiñen con sangre.
Muere el sol
cánticos de alabanza
oyen el secreto de los fieles:
hora nocturna que enciende
terciopélicos tulipanes
derramados por la tierra
con mensaje de esperanza.
Ciegos los humanos
en su búsqueda material
por llegar antes que termine
la noche que es buena,
olvidan que el reloj se detuvo
al teñir flores del camino.


Ironías


Y la vida se volvió risa:
amándote
en el desierto reflejo
de tu cuerpo.
Volcán erupcionando al poseerme.
Estremecidos
con el temblor de la tierra moribunda,
siento tus manos
cayendo parte a parte.
Y te deseo mas
hasta el fin
en que los dos
vivamos
estrechas realidades.












Botellas


Vasos y botellas de whisky
no tardarán en embriagarse
con los hombres que discuten
por encarcelar al dolor,
Llenas una y dos veces,
nadando en albercas de hielo
hasta calmarles la sed.
Se quebrarán de llanto
en húmeda cantera,
con soledad de pasillos arqueados.
al arribo de algún tren.
Los versos de poetas
se escribirán con una de esas botellas
en lo ácido de su destino,
llenas de espanto
la noche que recuerden nuestra pisada.
Y el aliento de un borracho
en espera del sol
tristemente las arrojará al basurero.















FANTASIA DE EXILIO
(Entre la tierra y el cielo)














Homenaje

A Luis

“...¿Y qué han de hacer los seres como yo,
que se arrastran entre la tierra y el cielo?...”
HAMLET

Blancas estaciones han pasado,
el sepulcro sigue vivo:
homenaje cada año.
En la constelación llorosa
se teje risa
de aprisionada muerte.
Laberintos
ciudadélicos,
en graduaciones vespertinas
invocan imágenes y notas.
Hay que reclamarle a la vida
por inventar la muerte:
negro sol
de almas que emigran
a zona de estricto olvido.












La zapatilla

Me gusta el amor
de aquellos que lo hace con la mirada,
nacarados
sonrojan el destino,
desatiende su trabajo.
De los que fracasan amando
y olvidan su cabeza.
Sentidos tras la noche,
insomnio de mariposas
exaltadas de color.
poseída por la imagen
se revelan los secretos
del cuerpo.
Son las doce
la danza acaba,
nace el sol,
llameantes pies de sendero.





Dialecto común

Hay una voz que penetra en mis sentidos...

Si amar es todo
entonces amo amargamente
tus manos y ojos
mordidos por la perdición.
como la vela encendida
sintiendo la marcha del tiempo impropio,
anhelante como mis manos sedientas.
Sin fin ante la claridad del desencanto.
Si amar es todo
eres el ácido veneno
refugiado en la botella de brandy,
multiplicado en todas mis lenguas
digerido hasta el ocaso.
Amando a plenitud
tenemos todo
son nuestros brazos aves
y el corazón arcano para refugiarnos,
reírnos de la muerte
cuando apague nuestros días.





Vida

Con el cuarto de luna
se desangran las flores
profanadas por el aire.
El otoño
olvida a vírgenes que mueren.
Semillas-madres
jugando con la bruma:
enterradas
crecerán,
al ver llover
lágrimas de amante.










Colegialas

Colegialas recorren la prisión
de un pasillo conventual.
La autoridad calla.
En la celda nace un corazón,
mira por la rejilla
una ilusión que se va.
Risas ocultas tras las puertas.
Muerte de vida escondida.
Religiosas
en largo avance
encarcelan miradas.
Entre oración,
prohibida la palabra.
El corazón se fuga
con el color de la rosa,
Adolescentes
perlas por pared ocultas.

La cantera se deshoja.








Cartas amatorias

Me llenan instantes
que mató el silencio
Con risas calladas,
amor en marcha.
en mis pesadillas
siento que te lejas.

Esta vida tuya vaga en agonía,
y encuentra festejo
cuando escribe
oculta tus dichas.















Fingiendo


Se oculta la rueda de fortuna:
una argolla no se inquieta
cuando te espero de nuevo.
Fantasías de exilio,
diamantes
rodean el fingimiento.
Mírate:
hay un amor que no es para ti.












Fantasía

Tomo la pasión idílica
y me recreo entre tus piernas,
tiemblo al despertar.
Dos volcanes
erupcionan entre manos.
arcilla pequeña,
imagino en su tentación
un pedazo de marea insistente.
La palabra de sus labios
vuelve al origen.
Recuerdo de sombras.

Nuestras fantasías
orientan mariposas.
El santuario espera,
siempre espera.













Instante de gato y pareja

Un gato
mira el oscilar de nuestros cuerpos
mientras bailamos,
y sus ojos cometa
reflejan nuestro cielo.
Inmóvil observa:
nos besamos en la luz.
Oscuros desaparecemos.
Felinamente
apaga sus ojos
y fugaz sigue la estela
que nos dejó un destino.














Se dibujan ángeles

Conozco del amor
desbordado
tras la esquina.
Y se dibujan ángeles.
Craprichosos
besos de amante.



















Opera

en cuatro actos.
Canción de octubre.

Gotas de sendero
anuncian soledades.
Consigna:
el telón inicia
la pelea de la noche.
Semblantes quietos
imaginan la tragedia
de lenguaje desconocido,
en la muerte del último acto
me estremezco.
Luz de telón
destella
la brillante fuga de orquesta.
Húmedo día
recorro con pie ligero
la ciudad dormida.
Río entre canteras:
pisadas miedosas
de inundar creencias.
La noche
agita malvivientes.
El ondeo de la falda
detendrá el miedo
en la estación de paso
del que espera.
















ESTACIÓN DEL OCASO












Orden del vacío


Intento ver por tu alma
la orden del vacío.
Hoy no conozco la noche.
El mundo negro me ha cegado,
intentando desaparecernos.
En la mente hay una nube de ansiedad,
la noche conoce de nuestra llegada
cuando te amo.
con la fortaleza del viento,
sin esperanza perpetua.
Conocí
Altibajos seres que se mueven:
encarnación de víbora y fantasma.
Cuando te toque,
se marchitarán
ilusiones del vacío.









Destino mirasoles

Prófugo,
enreda en mis caricias
la estatua de sal.
Pasajero:
de errante imaginación,
amartelado
no completa con la pasión
de
un
segundo.
Nada en sus entornos,
amante de momento.
Nuestros deseos se perpetúan.
Destino mirasoles:
la oscuridad
ya no busca mis contornos,
hoy son pedazos de vidriera.











Muñecos de trapo

Inánime creación,
manos ilusionadas te bordan:
muñeco de trapo.
Atardece la ciudad de humo,
miro por el balcón
un corazón creyente
de vivir por su ámpula.
Se fragmenta el espejismo.
Nochenfiestasoledad.
las calles olvidan
el aroma del viento.
La vida se destruye en callejones humeantes,
contagiada camina en alegría de mañana:
recoge sus muñecos de trapo.











Último tabaco


Hojas de tabaco
crecen a la mitad de una selva.
Era primitiva.
Bajo la penumbra
una fábrica respira
con música envolvente.
El hospital
da la bienvenida
a un ser
que consume el último tabaco.


















Cuerpos opacos

Nos mutila
la fuerza vértice del cuerpo
cuando todos danzan,
fuerza guía
recoge pedazos.

El cuerpo cede a la despedida
como el rocío que desprende
flores de madrugada.

Sigue el baile
mientras te deseo
desde esta banca.

Saca la sonrisa de manicomio,
que busca musas y felicidad opaca
entre lágrimas de cielo.

Que tu baile
te lleve a la locura,
sola,
te miraré
entusiasmada.







Testimonios de la noche












Negra

La vida ocultó un ángel.
Cuando salió a la luz
le llamó Negra.
Caminó despacio
para no ser vista.
Entre paredes y llantos se protegió.
Aislada por su color
su paso dejó la marca
en objetos terrenales
y la luna
miedosa que tiñera su color
se unió a ella,
crearon la noche.
Negra,
se tiñó la vida
y desde entonces
se dividió en luz.









Testimonios

Evoco amaneceres
encuentro pisadas en el abismo.
Sueño tus sueños en la ocasión perdida.
Tiempo doloroso,
ilusión caduca.
Un corazón
se apresura al invierno, que busca fin.
Una noche espera
lo que el día no verá.
Nostálgicas rocas anuncian serenidad.
Tu luz volverá: sombra del espejo.














Sombra


Olvidamos tu mirada
palpitar creciente que no tocó porvenir.
Te conocemos
al pasar por la vidriera
mirando la mañana
que negamos,
nube con la que confundimos tu imagen.
Eres ya una sombra ...
Te destruyes,
no hablaremos
a los de la ciudad
nos gusta ver como caducas.











Su piel de nuevo sangre

Develada
por la colcha del firmamento
una luz nos aisla y se deshila:
naturaleza con destino al mar,
cómplice penumbra en cantos
... y una sirena.


Su piel es de nuevo sangre,
melodía que florece en los pantanos.
Hoy tocarás a la mujer de nuevo:
sensaciones crecen entre las entrañas.
Y el sol florece.









Rastros amargos

Pensamientos se derraman con la mancha de la sangre.
No se logra dibujar el rostro del tiempo,
palabra de verdadero amor:
soledad que es irónica amante.
De noche éramos eternos,
la realidad
herida por el día nos venció.
Quedaron imágenes de un rastro fiel.
Para no ser noche,
invoco un cántico a ti.













Ave de paso

Aún es nuestra la mirada que se reprime,
su nostalgia nos llama a la danza.
La clave no ha muerto
sigue espiando el templo de música.
Las sombras solos son pasos
cuando el enemigo
apaga su apariencia.
corazón vibrante
por la melodía de respuesta.
Entre rosas negras
deletrea su nombre.











Hoja manchada por un tintero

Este papel
de vino y oro
corre frágil
al encuentro del fantasma.
Nocturno,
confundido con la luna
se esconde en azoteas olvidadas.
Atormentado camina
herido en su hurto:
celoso,
aprisiona en sus manos
el hilo de vida,
mariposa
polvo.
Triste hoja
manchada
por un tintero.










Designio

Una visión deletrea

en mi mano

su designio:

Tu nombre

se recuerda en la cantera,

la paz invadirá la tormenta.

Refugio la concentración de un soneto.

Toco la noche

cuando contesta

la frialdad del día.






Gatos

No conozco al pez
que invade la penumbra.
Un silbido
agita las entrañas,
verde silencio deprimido.
La luz es grieta de un mareo,
crisálida de perpetuidades.
La hora
amenaza
mañanas atónitas,
como el golpe de llaga.
naceremos,
tras el arco de horas conclusas.






Dama de soledad

Un paraguas
techonoche
cubre un aura dañada.
Esperanza un cielo robado,
compañía azul.
Dama de soledad
en la penumbra de un aguacero,
el silencio rodea en llanto risa,
oscuridad de casa,
regaño de horas.
cama vacía,
pluma que hila formas
en noche de tempestad.
Espera que una sombra
la acompañe
en largas tardes
de verano.






NOTAS ERRANTES










Sonámbulos


Somos los sonámbulos
del mundo que cae,
amantes de la noche y cosas perdidas,
buscamos detener el tiempo
y vivir cuando mueren silencios.
Culpables caminamos
borrando los días,
creemos que le viento nace
en estrellas tristes
y que la lluvia es arrullo
para besos
que mató la tarde.
Oramos por noches negras
y la flor marchita.
Cantamos al alba
regando el agua de nuestras lunas.
Cultivamos rosas
para deseos perdidos.
Nuestros días florecen calcinados
en la mancha de café
evaporado
de una ciudad vacía.




Historia

Estación de vida:
la palabra no conoce el canto
que ignoró
la estación dolorosa.
Mi sueño no vive:
la risa de balcón
espera encontrar serenata.
Manos vuelan flores color nostalgia.
El mensajero de viento
revela claves de regreso.
Mi sueño no vive:
esperanza un trozo de naufragio,
refugia en sus entrañas ser anacoreta.
Encuentro tu señal en mi libro,
cruzo la lluvia
tatuada con lágrimas,
siento el olvido.
Mientras el balcón
se muere de risa por la serenata.










Maternidad

Reina,
paciente sabes que un día
lo bordado en alas de ilusión
volará en festival doloroso.
Pasión de vientre que ama.
Calle de pájaros:
la noche esconde
una figura diamante.
Arrullo
para el ave niño
en regazo metal.
Paloma celosa
de su crío mundo.












Evidencias en cuatro actos

I

Camino terreno
bajo barrera de silencio:
perteneces a otro secreto.
Mitad de tiempo confesada
perdición del dulce masoquismo.

II

Primavera navegante,
prisión de irónica renuncia.
Quedó con el testimonio de tus manos
la quebrada flor de olvido,
paloma encendida con tu ausencia.

III

Miro en tus manos
los ojos que guardan nostalgias.
Los espejismos confunden
cuerpos recorridos.
Liberación,
inerte consecuencia.
Exilio inmediato.

IV

Nuestras esperanzas acabaron
en besos profanos,
hoguera de pisadas sumergidas
en el color de insinuadas caricias.
Rostros de noche sonrosada,
huyes al encuentro
de sombra que llora tu ausencia
de a materia plasmada
en editorial dominguero.














Un viaje lejos del corazón

No me hiere la falsa alarma de una taza de café
fugada al centro de la ciudad.
Ni la mano tormentosa que buscabas.
la llaga profunda
saca raíces del pasado, que niega un destino:
historia
que escribe
del silencio galopado en la cantera.
Goteras
Tardías de imagen.
Bailo entre rocas
donde se esconde la música celestina.
Y el río corre
llevando al tren de droga
lejos del corazón.










Mujer busca el animal de la horas

El día de hoy me sentí mujer:
indispensable
para convocar la unión de los opuestos.
Para donarles mi disfraz de niña
y aventarlo al viento
que enfría las caras.
El tiempo apagó mi búsqueda por ser otra.
hoy,
nuevamente mujer
nazco
cuando dices que soy hermosa
y dejas todo para ser polvo.
Hoy no soy yo:
me puse el disfraz de los días
perseguido por el animal de las horas.






Te busco irremediablemente


La soledad acompaña
líneas amargas escritas.
Madrugadores cotidianos te anuncian
cuando ya predecía
tus pasos de hombre errante.
Fragua al viento
pensamiento refugiado
en sonidos que imitan
voces de opinión.
Autógrafas letras se burlan de ti.
Tardes sonámbulas
imitan deseos.
En la duplicidad de paredes
buscas solo olvidar.
Crepúsculos bañados en alcohol
descubren el tercer rostro.







Colegialas

Colegialas recorren la prisión
De un pasillo conventual.
En la celda
Nace una ilusión que se va.
Risas por puertas ocultas.
Muerte de vida escondida.
Religiosas en largo avance
Encarcelan miradas:
Entre oraciones
Se prohibe la palabra.
El corazón se fuga
Entre rosas adolescentes
La cantera con murmullo
Se deshoja.



Suicidio

Talismanes de tiempo
acarician paraísos cercanos.
Paloma de manos quietas
odiando su anuncio:
serenidad de atardeceres etílicos.
Como ronrroneo de ciudad,
los tres se marcharon
al demoler escalera
del encuentro.
Testigos rondan el polvo,
a solas lloran los minutos
demorando un futuro.
Al final de la puerta
un cadáver sonríe
por la penitencia del viaje.




Poesía

que escribe con sangre
el juramento de surgir
entre desechos de piel,
relegada en la oscuridad
de un escenario,
donde alguna vez,
protagónica
lanzará su grito rechazo
para el mundo.
Poesía
que amante se revuelca de miedo entre sábanas de papel
cubierta con sus histerias infinitas.
Carbón,
de rasgo a rasgo,
des-hace el relato de los nombres
que una vez se creyeron mortales,
hoy impronunciados.
Vuelve a nosotros,
gran madre,
contamínanos con tu luz.

Vuelve con tu verdad de flores y llanto.
Anida por nosotros,
entre tus ríos y montañas
el lenguaje inconfundible
de tu oración.
Amante entre horas de luz nocturna,
tu que posees el secreto
de primeras rimas,
acláranos el camino
en este desierto pautado.






















CONTENIDO


Testimonios de naufragio

Notas sedentarias

Fantasías de exilio

Estación del ocaso

Testimonios de la noche

Notas sedentarias

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