sábado, 24 de enero de 2009

A los hijos pródigos de la Esperanza

P o e m a r i o

a los hijos pródigos de esperanza

(Obras para un catálogo
de Carlos Cárdenas, pintor)

Mónica Reveles Ramírez

Durango, Dgo., mayo de 2002

(La carta 19)

I

La mirada de los iguales

aguarda el paso,

espíritus atados:

la marea roja avanza hacia nuestro rastro

nos desnudamos


vamos mirando


otro horizonte

en donde el signo de los iniciados

ya no alcance
como una marca común

la sandalia del deseo

desatada...


(El farsante)

II

Si la genialidad se atara
con cuerdas de vida eterna,
¿para qué la piedra filosofal,
o marcas de oro,
como la filial cárcel del Creador?

Bailamos al cosmos
del deseo infinitamente caduco,
entre las brazas de carbón:

un farsante nos mira
cuestiona
con sonido de roca amate...
aplaudida voz
en el contorno de la fragua.



(El enigma)

III

Hacia la luz de una mirada

se desluce el universo

con las cartas del éxtasis:

augurando los gritos de tierra fértil.

ángel tras figura, azulado:

roja la palabra que nos protege...

deslizo la mano pecadora

para encontrar

la llave del destino.


(El otro éxtasis)

IV

Calma,
la flecha enciende el camino de la herida.
y avanza tras el gemido estéril
del ángel oculto.

La mujer sigue errante...

Que las rosas derramen
su éxtasis nocturlíneo
y la palabra cante
el desvelo
de la gama sobre el lienzo.



(Sudarios)

V

Si de un final turbio

llaga la luz,

y por la negra sangre derramada

nos bebemos la vida:

el sudario nos fortalece

blanca tira marcada

con el rostro vivo,

marca hiriente

de las espinas

entregadas al dolor.


(Nuestra Señora de la Nueva Vizcaya)

VI

La rosa matiza mi estirpe
Señora de los misterios.
Brillas
y el cielo lapislázuli
nos decanta en su reflejo.

Mujer que surges del llano
de la mañana entre roca
del acero, virgen.
marca que detallas
en pisada el gemido
de la serpiente fundida
con alacrán.
para forjar en el espíritu de tu valle.

Madre de la Nueva Vizcaya
sea tu manto azul
nuestro cielo florido.



(El peso de las cosas malas)

VII

La risa se condena
mientras el rostro
craquela el avance de la hora.

Soy materia
sal,
tierra para el mantel del tiempo.

Soy el peso que fecunda
las cosas malas,
y me acosa
en cada palabra
que se mide en la conciencia.

Retorno al camino
para derrochar la vida.


(Todos somos creyentes)

VIII

Si de este baile
salgo socorrido
y el peso
de la pendiente
me salva...

si éste matiz púrpura
y la danza candente
dan una vuelta a la vida...
sigamos ofreciendo el cuerpo
vendamos el alma

el exilio nos espera

la cruz de cada día

nos fortifica.



(La bestia)

IX

Nerón sigue su juego,
y no hemos muerto al hechizo...
las gemelas incendiadas
y una pasión me aturde
con sus besos lacerantes.

La escena profética se repite
el incendio no cesa,
una laguna de fe:
mientras
la predicación pendiente

otra historia

el alma saca un paracaídas

y deshoja su vestido.

La bolsa detiene su juego de cartas
y el fuego no ha sido consumado.


¡Ay Jonás!

X

Aún no creo en la palabra acusadora
no me hiere la marca del desvelo
ni los pasos aceríticos que van de paso,
ni la tarde en que amanecieron
solo cuerpos calcinados:

en este mal necesario
de ser todos
de ser ninguno
en la torre de babel.

Jonás, tu que sigues atrapado
en la fauce de ballena,
te aviso:

un nuevo siglo se enciende

con flamas humanas.




(In god we trust
En Dios confiamos)

XI

Mi fe en las cien luces
enfrenta el desvelo:

soy la flecha

soy la llama

soy fin de poder.

Surjo como roca

estatua de sal

desgranada por
el teclado

de las horas.

Marcado por el signo del turbante
y la voz que no contesta...


(Los asesinos del futuro)

XII

Casta parida de la madre tierra
sembradora de avispera
mientras se crían
los beatos de sal:
que se disparen todas las municiones
y encuentren su cáliz.

Este llanto infecundo,
enraizado con la marca de muerte
entre escándalo teje malabares
y los huevecillos de la especie crecen.
Al siervo de la Nación
le han crecido orejas,
y su cola
se arrastra con el juicio de cada día.



San Sebastián

XIII

Este
mi cuerpo lacerado
ausente de caricia.

Esta
la impiedad
enredándose en el fuego.

Esta
nuestra fe
bajo cero térmico.

Y Roma sigue en el incendio
de borrar la pisada
del Rey de los Judíos.

La marca del mártir
llaga la memoria,
se construye sobre brazas
el imperio de fe naciente.

La flecha reta a la cruz.

La sangre anuncia una colecta de votos.





(Epifanías - La encarnación del verbo)

XIV

En situación devota
el sitio está en calma.

La tierra se abre al verbo
y todas las predicciones coinciden.

La variante y larga fila
del alfa frente al omega,

el tiempo
avisa que hay una marca
para la salvación.

Voz de potestades
por el paraíso recuperado.



(San Jorge)

XV

En la ira
arrebato.

Del éxodo a la ciudad

rescato la belleza.

Voy dominador
con el paso navegante de mi lucha

ave espíritu lanza

contra el dragón de los dominios.

La ruta hacia mi tierra Capadocia
es próxima al reencuentro
con un vecino paraíso.





(Recuerdos Romanos)

XVI

La túnica magenta
cubre los restos
de la Nación dominante

Y otro imperio surge tras el telón,
de las ruinas rescatadas
en el paso naciente.

Fingen tener el sostén.

Saco el nuevo rostro,
resurjo fénix
entre los retoños de ceniza.



(Yo soy el que soy YHWH)

XVII

De esta zarza en llamas
se anuncia mi escritura
signo formado en la nada
- Yo soy el que soy

Calcino la conciencia,
me levanto de esta tierra sin fruto
sellando una alianza...

entrega de cautivos de infortunio

clave de nueva tierra,

entrego la llave de apocalíptica fe.








(En medio esta la virtud)

XVIII

Si este signo místico engendra la fe

¡ Dios mío, sálvanos!

En una lanza se atraviesa el estigma de los hombres....

sigo las claves que me da el destierro:

soledad
maná
espinas
cruz
clavos

lino marcado en púrpura:
un rostro:

navego con ellos en barca de papel

y, ¿ hacia dónde ir con este rescate a cuestas?

Llevo el cuerpo moribundo,
le daré del agua que sí da vida.



(Epifanías, Antiguo Testamento)

XIX

Sol y luna agitan con el baile de gitanos

un pandero
(el eclipse despliega su nombre)

Las señales se revelan:

un rey en busca de la luz,
un imperio en penumbra, busca la noche,
un pájaro persigue su canto
un hombre quiere desechar esperanzas;


Y los otros,
avanzando pendientes de nuestro consuelo.

Lámpara antorcha
materia y fin

La escritura se revela .

Y el eclipse no avanza...



(San Miguel Arcángel)

XX

Avanzo victorioso
sin piedad

cargando la balanza de los nombres,
midiendo la clave de los justos.

Mi signo sol
abre paso,
mis ojos topacio
restauran la vida muerte.

Cobijo entre mis alas
el sueño de la Nación justa.

En mis dominios
las hortensias no dejan de cantar ...



(San Gabriel Arcángel)

XXI

Soy nacido en espíritu fiel...
guardián de tesoros celestiales,
fortaleza de Dios, cuerpo de fuego...

Marco las frentes con el signo de “T”
a los elegidos de la gloria.

Soy el gigante rosa
que de oraciones envuelto
invoca IHS...

soy el ángel de los salvos,
en este trance de ser
solo por algunos visto.



(¿Quién parte el queso?

XXII

Anuncio de palabra de vida eterna...
signo de contradicción.

En las espaldas del elegido
se fabrica la falacia.

Este día en la mesa del amigo,
será traicionado.

(El pan es polvo...

el vino se evapora...)

Y los hombres confundidos se ocultan...

No hay sol...
la zarza recupera su color

El oído de Dios se acerca

nos avisa:

YHWH

¡Viento, derrama tu dolor!

no dejes huella en mi camino.

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