lunes, 27 de junio de 2011

EL FIN DE LOS LASTRES.

Se van.
De uno por uno.
El doloroso duelo sigue.

Me despojo uno a uno de mis miembros
de las maletas que cargo
de las cruces
coronas
cetros
del llanto de la gorgona,
de los buitres que me comen en pedacitos
y el cerdo que no engorda.

Me tambaleo sin tanto peso
y vuelvo al equilibrio.
Nueva vida

Ahora si tomo el consejo oportuno
la llave maestra
la oportunidad que me ruega.

Voy recogiendo la cosecha de años
y despidiendome de los lastres que me seguian.

Aun no veo la luz,
pero contigo me basta porque me tomas de la mano
eres mis ojos
la linterna
el mundo real que no distingo.

Eres el agua en la que bebo y no me cansa
la platica inacabada.
Y en tus silencios, compañia.

Porque contigo siempre,
no hay carga
que juntos no sea posible llevar.

Pronto seré nube
trasparencia
polvo.
Libre.

Y si la carga solo es mental,
viva la libertad
el amor
y tomarnos juntos de las manos en esta lejanía que acercamos.

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