lunes, 21 de junio de 2010

Que amoroso lugar este que formamos
en la alto de la rueda de la fortuna:
tu siempre mi guardián
mi paz
mi hombre que das vuelta a estas sensaciones
que en tu piel van y bienen mis tormentos
y tu
siempre allí
rescantando como el príncipe de los dragones
mi hombre, amor,
que me completas
y me devuelves siempre bien
a las luchas constantes
a romper los espejismos de la vida falsa,

cuánto amor me das
cuanto amor necesito para quererte.
Mi siempre bien amado.

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