lunes, 1 de febrero de 2010

Palabras para entretener al pasado.

I
Un golpe se escucha en la madera virgen,
señal para iniciar el rito,
seduces desde tu mensaje anónimo que la soledad te ordena encriptar.

Sales al telón
como Guepeto y sus tristezas
y danzas con las marionetas esclavas
tras la llovizna de lágrimas presentes.

Decides encerrarte en la jaula de papel
en tu círculo psicótico:
caja tras caja
pintaré de colores hasta sacarte de ellas
hasta quemar las envolturas
y saber si solo eres el que toca la canción que me acerca
o es el viento en la ventana.

II
No se que me seduce mas:
si tu señales secretas, tus mensajes a media noche
o la creencia de que jugamos a que soy tu paciente y tu me curas.

Por lo pronto
distraes las mariposas de mis pasos
sacudes la melancolía
que siempre me sigue como lámpara
para una noche de callejón.

Pienso en el reto que incertaste en la cabeza
y que ahora me tiene instalada
resolviendo ese acertijo
por descubrir quien eres tu
y que haces tras mis ventana
revoloteando como un pájaro sin sueño
o un perro que furiosamente me ladra.

Me seduces
Con imágenes,
me llenas de pistas
y estoy pensando en seguir tus huellas:
o salgo del laberinto
o vamos directamente camino del manicomio,

tan soñado

tan prometido

tan derrumbado

tan amenazante

tan tan…

son las doce:

llamarás?


III
Tu dentro de un baúl, haciendo baúles,
seduciendo a la musa,
acercándote lentamente
para quitarle su tesoro.

Y yo que toco a la puerta sin tocar,
te siento desde estas teclas
que no llaman para llegar a tu puerta,
pues estamos jugando a las escondidas
a no vernos
a ser solo la palabra
la imagen
y el sonido anónimo.

Cada uno inmerso en su mundo de imágenes
sabemos uno del otro,
inmensamente caóticos: dioses, almas perdidas.

Y estamos tan solos
tan lejos como una estrella de la otra.

Te enfundas en tu traje negro
y te vas
por esa calle,
mientras la sombra del humo que destilas
te hace compañía.

IV
¿ Existe el corazón en los que olvidan,
y se toman un tequila
para llevarse a la boca otro amor?

Viajan con ellos de la mano, luego solo polvo del camino,
luces de momento,
flores del día.

Y yo
mirando por la reja correteando a los cuervos de Poe,
siento el viento que me lleva a un despertar anónimo,
y me trae de cabeza, en su sillón sentada como una reyna
pues reyna soy de tempestades
de causas perdidas
de historias que me traen los desamores,
para luego destruirlas con palabras
exprimir sus lágrimas con las manos del dolor,
comerme su sangre
y ser de nuevo fénix:
ciega voy, la sangre se hace roca,
lágrimas de hiel,
solo queda despertar,
y seguir tocando ese cuerpo
pues los besos
son consuelo próximo para rescatar el alma.

V
Tómame, seé mi guía,
pues junto a ti me pierdo de la tempestad
hoy que camino ciega por estas lozas,
con la lluvia azotando las ideas
tomándote del brazo,
voy junto a ti flotando por las calles
olvidando los nombres de los sinsabores
pues solo caminando
mi mundo se compone.

Llévame a tus dominios, piérdete conmigo
en este camino de verdades,
pues yo seé que ya no hay pasado
y hacemos con las manos el presente.

Y aunque solo seas mi verdad de palabras
presente de ideas, éxtasis de una imagen:
súbeme a tu caballo
de satisfacción sin fin.

VI

Te toco por la espalda
para ignorar el pasado
creer que no nací
y me trajo el viento que me acercó a ti.

Quedaré quieta,
y solo pensaré que este airecillo que me congela
me trajo al calor que habitas
a tus historias del futuro
a los planes de emociones que viviremos:
al fin que tu y yo
ya no necesitamos que nos pongan alas para seguir volando,
y menos nos importa salir del laberinto.

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