Hoy te mire de nuevo,
releyendo tus palabras te imagino
te coloreo, miro tu imagen, tomo tus manos.

Luz de mis brumas: llegaste en el momento oportuno
con tu oración prodigiosa,
tus mensajes amorosos,
tu amistad sincera.

Y tejemos palabras consoladoras cada noche
nos reeleemos entre la meditación,
el canto y nuestras vidas:
tras la ciudad amurallada surge una voz que canta

llego a ti

la clave de tu ser siempre estubo
tras las rejas que intenté golpear, abrir, tumbar,
los muros altos y gruesos que deseo escalar
perforar, bombardear.

Y alli estaba tu
corazón oculto
amoroso,
con las puertas abiertas de la celda
y las murallas protegiéndolo
gran tesoro es tu ser,

Hombre de esta imaginación desbordada,
te fabrico desde mis fantasías
te delineo en la palabra,
tanta luz en mi camino era para encontrarte:
los milagros se dan
y tu llegaste.

Travieza siempre he sido
pero ahora si llegué al refugio mas oscuro
a la celda de oro lejana
al corazón de la penitenciaria celosa que te posee.


Protector de las horas sin reloj.
Luz de almas penitentes,
hombre que llegas de las lejanías
de las fotografías enigmáticas
traspasando estas letras,
con el destello de tu sonrisa.