Veredas

VEREDAS

Esta noche decido quedarme en ti,
y romper todas mis caretas,
solo deseo ser la trasparente
porque solo así
podré atravesar tu corazón que se derrama entre mis manos
donde se aloja tu aroma
que está mas allá de esta voz que te clama todo el día.

Me atreví a ser en ti
Y derrumbar las paredes de esta cárcel que me cega
y ver el mundo que dejé hace tiempo.

Me acerco a ti,
rodeada de la timidez que me vence
de mis horrores y los desencantos
pues me haces valiente en esta melancolía
con tus besos suaves, sinceros,
y tus manos en las que confío
firmes, grandes, como el acero.
Camino a ti,
con la destreza de un naufrago que encuentra una luz
en su espejismo, y que sabe que es cierta,
con la del equilibrista de Zaratustra
que se levanta después del sarcasmo de su público.

Vi en tu mirada un amor mas allá del deseo,
que me reconforta y me da ánimos
para sacar al dragón
y al tigre sediento
aullentarlos de mis territorios
y limpiar de una buena vez esta amargura
esta soledad de tanta caricia no querida,
este patio trasero de diamantes sin desearlos
estas heridas que no cierran
y tanto y tanto odio por quien me ama.

Hoy
rompo con el chantaje de años
con la cara que escondo y me avergüenza,
en donde este llanto es para lavar mi cara
que hoy sale a la luz,
a su verdadero mundo.

Y venzo contigo el miedo,
los años que se van, y no me saben,
pues al tocar con mis manos las puntas de las tuyas
solo see que tenía que dar la vuelta a ti,
y perderme en tus caminos
para regresar a mis veredas.