miércoles, 30 de marzo de 2011

LA CANCIÓN DESESPERADA
Pablo NERUDA.



EMERGE tu recuerdo de la noche en que estoy.
El río anuda al mar su lamento obstinado.

Abandonado como los muelles en el alba.
Es la hora de partir, oh abandonado!

Sobre mi corazón llueven frías corolas.
Oh sentina de escombros, feroz cueva de náufragos!

En ti se acumularon las guerras y los vuelos.
De ti alzaron las alas los pájaros del canto.

Todo te lo tragaste, como la lejanía.
Como el mar, como el tiempo. Todo en ti fue
naufragio!

Era la alegre hora del asalto y el beso.
La hora del estupor que ardía como un faro.

Ansiedad de piloto, furia de buzo ciego,
turbia embriaguez de amor, todo en ti fue naufragio!

En la infancia de niebla mi alma alada y herida.
Descubridor perdido, todo en ti fue naufragio!

Te ceñiste al dolor, te agarraste al deseo.
Te tumbó la tristeza, todo en ti fue naufragio!

Hice retroceder la muralla de sombra,
anduve más allá del deseo y del acto.

Oh carne, carne mía, mujer que amé y perdí,
a ti en esta hora húmeda, evoco y hago canto.

Como un vaso albergaste la infinita ternura,
y el infinito olvido te trizó como a un vaso.

Era la negra, negra soledad de las islas,
y allí, mujer de amor, me acogieron tus brazos.

Era la sed y el hambre, y tú fuiste la fruta.
Era el duelo y las ruinas, y tú fuiste el milagro.

Ah mujer, no sé cómo pudiste contenerme
en la tierra de tu alma, y en la cruz de tus brazos!

Mi deseo de ti fue el más terrible y corto,
el más revuelto y ebrio, el más tirante y ávido.

Cementerio de besos, aún hay fuego en tus tumbas,
aún los racimos arden picoteados de pájaros.

Oh la boca mordida, oh los besados miembros,
oh los hambrientos dientes, oh los cuerpos trenzados.

Oh la cópula loca de esperanza y esfuerzo
en que nos anudamos y nos desesperamos.

Y la ternura, leve como el agua y la harina.
Y la palabra apenas comenzada en los labios.

Ése fue mi destino y en él viajó mi anhelo,
y en él cayó mi anhelo, todo en ti fue naufragio!

Oh sentina de escombros, en ti todo caía,
qué dolor no exprimiste, qué olas no te ahogaron.

De tumbo en tumbo aún llameaste y cantaste
de pie como un marino en la proa de un barco.

Aún floreciste en cantos, aún rompiste en corrientes.
Oh sentina de escombros, pozo abierto y amargo.

Pálido buzo ciego, desventurado hondero,
descubridor perdido, todo en ti fue naufragio!

Es la hora de partir, la dura y fría hora
que la noche sujeta a todo horario.

El cinturón ruidoso del mar ciñe la costa.
Surgen frías estrellas, emigran negros pájaros.

Abandonado como los muelles en el alba.
Sólo la sombra trémula se retuerce en mis manos.

Ah más allá de todo. Ah más allá de todo.

Es la hora de partir. Oh abandonado!
AMOR:

Ojalá que lo leido el día de hoy,
no sea cierto
que esas palabras se las trague el viento
y nunca sean vueltas a pronunciar.

Ataque directo al corazón,
surge el fracaso de siempre
la maldita incapacidad de dar luz a otra luz.

Mi vida es una bola de fuego que rueda confundida
la lucha está perdida
y el rey pide retirada.

Ahora si toque fondo
ahora si, la guerra perdida.


Si la muerte en ti da vida
si el milagro de la vida es mi muerte...
entonces a otra lucha
a otra nueva vida.

Maravilloso corazón,
siempre maravillos.
Esta pintura complice aun no revela su sentido
el crucigrama sigue en pie
y no me atrevo a deletrear las palabras solución.

Como hablar de él...

recorro ciega los caminos

no hay mapa
no hay destino
cualquier lugar es bueno para quien busca huir.

Pues pretendo huir de ti sin maletas
sin mapa
y sin tu nombre.
Para ver cuanto tiempo puedo sobrevivir sin eso que me da vida
sin tus raices profundas
sin el taladro de tu voz.


Huir siempre de la vida
ya no me preocupa,
toda la vida ha sido una escapatoria de lo amado:
huir del vientre de la madre
de la mano dadivosa
de la amiga complice
del amor eterno,
de ti.

Sin ningún éxito.
Pues no necesito huir,
yo siempre me quedo:
los demás se han ido de mi.

martes, 22 de marzo de 2011

Este no es un poema.

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Solo necesito desahogar las palabras que no tengo cuando te miro
las que se sepultan insesantes en el fondo del corazón.
Como empezar a hablarte de amor,
cuando esta boca se encuentra atrapada,
y para decirte que te amo tanto
mi boca calla
porque para traducir esa frase no encuentro las palabras
y mis ojos ya se adelantaron para decirtelo.

Como decirte que te extrañé tanto
que tu cuerpo lejos del mio
se vuelve un huracán en busca de su paz

y que mi necesidad de ti
es tan onda
que al tenerte cerca me devuelves la paz.

Cada quien busca su mal y su tormenta
su felicidad y su calma...

y me pregunto que me hace ser hacia ti tan necia
de saber que te busco sin encontrarte
de conformarme con solo estar cerca
de saber que te repartes en mil pedazos
y te vuelves a formar.
Maldito egoismo
maldita necesidad de poseerte.

No hay distancia, ni tiempo, ni brebaje,
ni hombre, ni mujer...
solo consuelos momentaneos,
tardes erroneas,
como
como
como...

aun no entiendo que pasó.
Esto va fuera de todas mi razones...

Solo tengo una respuesta:
el amor todo lo ciega,
somos capaces de todo por amor...

Perdoname.

jueves, 10 de marzo de 2011

Flagelos


En el punto neutral ni bien ni mal.

Al centro de la herida
el dolor surge hermosamente
flor de sangre y carne.

Me deleito y bailo cuando me haces daño
tanto daño hecho costumbre
amo el dolor
el abrir esta carne que se desgarra:
muere la golondrina que maravillada habla de sus viajes
extasiada a los pies de su príncipe.

Muere el martir al pie del instrumento de su tortura
con un bendito doloroso amor.

Y murió por mi, humilladamente hombre
el hombre que mas amo.

Muero en ti amor
en el roce delicado de tu aire
y no sentirte,
ciega de no verte
indefensamente triste.

La carne tambien extraña al flagelo profundo
el que penetra
y es vida.

Las marcas como estigmas en la piel,
símbolos de que el cuerpo fue usado en vida,
cicatrices profundas en el corazón
batallas sin victoria.
Guerras ganadas para la soledad.


Que placer tan profundo sentir así la vida
bendita dicha me has dado con tanta herida:
le estoy haciendo un altar al flagelo del corazón.

sábado, 5 de marzo de 2011


No llevo el control de este vehículo de locura
me llevan en el,
bajarme es rodar a la suerte
jugar a la vida
dejenme bajar grito como una loca
en mis histerias absolutas
y solo me responde la voz de un cochero sin frenos
de la arpias desarrapadas
de buitres y lobos que me acechan.

De repente hay paradas rápidas
insignificantes
pero es cuando duermo
cuando ya no tengo mas voz para gritar.

Que triste estoy
que triste estoy
soy compañera de viaje del amor
de la felicidad
y la riqueza
y los cuatro queremos escapar
o tal ves ellos de mi pues soy
solo tristeza,
soledad
llanto
por mis venas camina la amargura
mientras canto
y canto para que por lo menos mi alma
no pierda la esperanza de algun día bajar
a la vida
al mundo en el que soy reina
pues alguien me está esperando.

Yo no pedi subir
era tan feliz sin tener nada.