domingo, 7 de agosto de 2011




Si tan solo fuera invocarte
tomaria cada una de las letras de tu nombre
para hacerte una gran fiesta,

bajo un cielo azul
en un campo verde, grande,
para correr tomada de tu mano como el viento.

Si te invocara
y tu vinieras a mi llamado
bailaría contigo la danza de los soles
dando gracias al Grande y bendiciendo tu llegada
en tu cabeza pondría una corona de palmas,
y te daría un beso en tus labios sonrosados.

Serviría una mesa con agua de frutas
y comidas deliciosas,
en manteles blancos decorados,
vestida de fiesta
para abrazarte fuerte por tu llegada.

Y al atardecer
bajo la luna azul, te mecería bajo un árbol
hasta que durmieras y fuera día

Ser vigía, servidora,
una luz que te proteja
por tus pasos.


Porque si tan solo fuera invocarte,
te tomaría en el viento,
alma mía.

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