Poesía en Construcción

Poemario para el regreso y la ausencia.
2008.
I
Evoco el canto de la piedra sangrante,
mientras una mujer se enreda en vida.
El amanecer despierta pausas
y va desgarrando entrepierna:
gira y gira la fortuna.

El pandero rescata la codicia,
los pájaros de mi aman-ecer pesadilla
buscan nueva selva.

Mujer amarga
mu-jer sedienta de luz-juria
errante como su voz vuelve
y pregunta
y encuentra un canto doloso.
El ave an-ida
mujeres girando en su loco amanecer nido de luces
la voz herida canta.

II
Los nidos de los pájaros han despertado de un sueño taciturno,
arrojan el huevo amoroso,
desnudan sus plumas,
hieren al prójimo enamorado.
No volverán a criar malagradecidas aves,
ni al arrullo en sus fauces de un ser vivo.
Buscan liberarse de ser vida.

III
El nido del olvido vuelve a mi boca pródiga
de palabras que no me entiendo.
Pronuncio por fin sus exquisiteces
y se van de nuevo.
Vino que te vas, no te alejes,
vuelve, ya casi olvido hasta tu nombre.
IV
Olvidamos los días, los años, los nombres.
El olor me da referencia del sitio del ayer
vuelvo a la locura,
contradicciones de mi palabra
mezcla perpetua del deseo y la lejanía.
Destino
déjame inventarme
cuéntame que fue cierto que estuve la noche
en que se palomeo la lista de los incluidos.
Dime que si soy yo la que era y ya no es.

V
Mas este despertar me dice que no estoy en la lista de los elegidos
y mis ausencias no merecen el centro de atención de los grandes.
No busques rescatarme de la miseria,
de la opresión, de mi mundo real.
Veo la calle:
¿Quiénes son entonces esas almas que siguen volando en el infinito mundo en que no estoy?
¿Dónde dejé mi paraíso de la Eva calcinada, podrida y evocada?
¿Quién se robó mis pertenencias, mis amantes y mi nombre?Y la belleza, en que cesta se metió.
Hoy solo un cuarto de espejismo.
Un baúl con el dinero de mi entierro, y las alas para volar.
Adios a la Rotonda y los homenajes póstumos. Un puño de tierra
¿Hay tierra?
Vas y vienes como mi amante.
Vas y bienes en este espejismo prójimo,
cuánto tiempo pasó desde que entré al baúl de la riqueza
acaso fueron esos años en los que sabía que eras mío y te perdí.
En donde quedo mi paraíso.
Preguntas…
La angustia me corroe
miro de nuevo el celular clandestino, mi única conexión a ti,
mi destino está entre un celular y mi vida.
Y tumbar la puerta.
Y borrar los nombre elegidos.
Y borrar la rabia, el celo,
Otra ves mi vida rueda a tu destino
toda tuya angustiada, temerosa, oculta.
Mirar desde tu verga el paraíso,
Mirar con la angustia de ser de nuevo mutilada encarcelada asesinada borrada de los nombres.
Miro las huellas.
Veo el mundo y el que se fue.
Un pasado se reconstruye:
sigo el polvo de los seres danzantes.
Luz de mi camino, y tu brazos al final del llanto.
VI
El tiempo huye
Permanecemos estáticos, ausentes
sonámbulos errantes,
sumergidos en la costilla prójima
en la herida abierta del amado perpetuo.
En tu cuerpo
insertada al movimiento constante de los nombres
irreconocibles,
impronunciables
habitados por el próximo extraño.

¿A dónde vamos cada mañana?

a donde el destino nos abandone
mientras la miseria llega, mientras nos tocamos sedientos, incansables,
de uno a otro extremo
nuestros cuerpos desatan sus gajos amargos
y después huimos,
penetrando vidas extrañas, paralelas.
VII
Gracias por darme tus manos
que en la lejanía penetran.
De tus manos que no se sacian de mi cuerpo,
manos al fin color de la tierra
del fuego que me envuelve eterno.
Largos dedos
que son el rastro para no perderme
redes, lazos, al corazón cintura
al corazón amante de mis versos.
Amigo de los días sin lunas,
déjame continuar en el éxtasis de mirarnos a lo lejos.
VIII
Eres muy blanco como la luna salvaje,
como la hermosa luna que en octubre me desvela
y me enreda en su cuerpo
blanco, desde el dedo meñique
pasando por tu verga firme al movimiento del latido.
Sereno entras confundido con mi cuerpo,
encendido en tu pasión absoluta
concentrado en los pezones prófugos
enredado a la cintura que se extasía con tu roce
beso tu cabello dorado, tu piel sonrojo de la luna,
mujer apasionada, herida-mente-iluminada.
cabalgo en un grito furioso.
Y te entregas a la pasión que se desata en aroma de un río
recorre la entrepierna, recorres de nuevo a la virgen de tus deseos
tu luz eclipsa los sentidos,
vuelo en ti como el sol atrapando a Celene
Diosa hoy diosa inmortal diosa sin fin
atravesada por la espada firme,
convocada en el universo eterno por el semen luminoso del espejismo erótico.
Y quiero tu saliva y tu semen y el sabor del sudor dulce
cógeme eternamente, desvírgame en tu movimiento amoroso
desgarra mi pasión interna y hazme la mujer mas lujuriosa y puta de los tiempos
luna que me posees
bailame una canción exótica.