viernes, 17 de septiembre de 2010

Caen los árboles.





Los árboles mueren de pie. (Alejandro Casona)




Caen los árboles
con amoroso estruendo
los centenarios, los eternos
caen en su melódica ironía de madrugada,
adios vida,
bienvenido el fuego eterno.

Arderán
en el fogón de una carne que se guisa,
en la pradera que calienta a los fugitivos.

Trémulos árboles eternos
leña para muchas hogueras.

Para alumbrar mi nieve eterna.
Tomo un trozo de corteza
y la paladeo para sentir su sabia, de noche buena.

Árboles frodosos
que un día se eclipsaron,
que callerón haciendo temblar el sueño de los justos,
de los ansiosos de vida nueva
y en sus ramas mecieron sus frutos.

Árboles de la noche triste,
de los secretos
de los que han llorado incansablemente la hermosa vida.

Árboles caen y crecen para el remedio de las paridas,
de los insomnes
de los desterrados
que en soledad resurgieron.

Árboles que mueren de pie
y nacen bajo su propio estruendo.

Caen los árboles milenarios:
en el río de los que olvidan.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

:D estoy enamorada

Uriel Di Marco El Poeta dijo...

Muy buen poema, fuera de lo común, muy bueno :D