viernes, 24 de agosto de 2012



El hombre de los infortunios.


Al ser que me habita.


Solo fui  luz en tu penumbra
rastro que te siguió al fondo de la entraña
manantial habitante en lo profundo
avispa
lucero
reflejo de la nada.

ser de bosque resucitado
semi dios – hombre parido en el grito, en las nostalgias.
ya no veo tu verdad con tanta sombra,
necesito de la luz de mis mañanas.
canto en la oscuridad profunda
tomo del manantial del arcoíris
no te puedo seguir
solo soy simple mujer mortal
la que heriste.

Busco en mi paz ser reina
la siempre amada mujer en despertares del Guadiana,
encontré la luz que me hipnotiza
baila en mi vientre, y sigo huidiza.
aunque te amo, ame y amare en varios tiempos
tu amnesia me es desgarradora,
mas tu cuerpo me grita, llama, corre a los encuentros
en que fuimos felices mariposas.

Tu boca me rechaza ofensiva
mirada veneno que me incita,
mas tus manos
y tus entrañas me gritan que me necesitan.

Cómo salir de este gran apuro,
si me distraes en  mis pasos tan seguros
me atas a tus vientos
 atrapan tus abismos,
dulce materia y hiel
hermoso hombre de los infortunios.