viernes, 30 de marzo de 2012

Las lluvia fina como espinas que caen
mirada extraña
el desconsuelo de la voz
tristeza acumulada...

las hojas que caen de la primavera,
estaciones dolorosas.

Borrar páginas mal hechas del pasado
construir sobre las nuevas.
Llenar la casa de flores y amorosos momentos
Cantar y bailar con el hombre amado:
mirar su rostro
beber luz azul de la mirada:
tomarlo por entero como medicina de vida

los pasos solo se dan
el destino llega
luz que me limpias y sanas
precioso hombre de luz:

sea tu líquido de vida
mi sanación eterna:
tus manos pinceles de mis emociones,

que llegue la lluvia con tus besos
que las mariposas que atrapamos con el cuerpo
entren a nosostros
y nos lleven a volar juntos
el baile de los deseos.

Muera el veneno del que envidia del que odia,
vivan los segundos de tu amor.

DULAC

Las mariposas amarillas
anunciaban la retirada
y lecturas caleidoscopicas con tonos de realismo mágico
envolvían el arrullo de nuestras mentes.

Los pasos se hicieron cercanos
y a tres sillas delineabas el geométrico espejismo
el alma novel no cesaba su lectura
y volaban de tus manos  arcoiris de luz:
creabas historias aladas,
milagros taciturnos volando alrededor.

Pero luego tus manos, desamparadas
se quedaron sin su vuelo
merecian al esfuerzo de parir
los pasos al poniente de calor vecino.

La mirada encontró el destello fugaz que nos dió el camino:
manos, colores a la luz de una luna en cuarto,
puertas resguardando el andante secreto de los amantes:
la hora solo llega cuando hay caminante que encuentra el camino certero.
Cuando las manos trazan senderos
y palabras entregadas
y silencio para escuchar el sonido mas hermoso de quien llama,
las manos hacen incendios al tocarse,
una danza perpetua de los cuerpos,
y la última llamada de la vida
a ser estratégicos, certeros, perpetuarse en el otro.

Y nos llevamos de una feria a DULAC,
perdido entre el extasis de imagenes dolorosas
perpetuas, trazadas por el pincel mágico de las entrañas de existencia,
comiéndonos con hambre tanta historia
saboreando las páginas nunca vistas,
los seres de tempestad.

Compartiendo el vaporoso velo de lo efimero,
delineando nuestros pasos,
las manos cierran el amoroso pacto
y en la calle de las luces cegadoras
y tomados de la mirada y nuestros pasos,
el tiempo comido en la fantasia nocturna
besos idealizan el secreto de esta historia.

domingo, 18 de marzo de 2012

La isla de las penas

Solo para recordarte hasta el fondo de la llaga...
para que el veneno salga.
Y las espinas de esta máquina cardiaca..

El sol y el arcoíris nos encuentran a todos,
y bendigo al nuevo ser que llegó a iluminar mis días,
vida y plenamente el corazón,
un gran puente de colores tras tanto llanto,
mentiras
tanta tristeza,
engaños
traiciones,
tanta desilución.

Mi barco se aleja del puerto, deja el paraíso irreal,
de tu hermosura simulada.

Las máscaras bailan, demonios huyen.
huímos, nos volatizamos.

Van mis pasos lentos
que desean mas el naufragio, que seguir en la isla,
envenenada, herida sin remedio,
salgo, salgo, salgo.

Sigue tu danza, bailando con muñecas rotas
en el baile de las máscaras,
en la soledad del edonismo
entre promesas de viento,
y tolvaneras sin lugar.

Sigue con tu amante soledad maravillosa
engaña
coloca las cortinas que salen del humo de
cada una de las que cruzan el umbral.

Salgo y cabalgo el arcoíris:
llego,
para estar en las profundidades de este cuerpo
hermoso hombre de los colores de la luz.

Subo la escalera y salgo de este pozo,
tras un tunel incendiado
y el humo de la muerte.

El tiempo doloroso,
un acierto,
la intuición de llegar a ti:
salvan mis pasos,
una explosión
el silencio
un segundo atras y todo habia sido ceniza,
si me quedo contemplando la isla de los resentimientos.

El amor me espera en la puerta
salgo entusiasmada por las nuevas alegrías,
nerviosa
destrozo, muevo de lugar las emociones.

Como una quinceañera tras sus muñecas nuevas:
toca a mi vida
toca a mi alma, los muslos,
labios,
alas,
abre la puerta
para que naufrague
y me abrace fuerte al cuerpo de colores,
y no vuelva a la isla de las penas,
nunca mas.