lunes, 21 de junio de 2010

O...
murió Saramago
murió Monsivais...

se pusieron de acuerdo juntos
para irse a escribir sobre un nuevo mundo,
sobre las aves que no pasan ya por este cielo,

O...
se van los autores
nos quedamos los lectores,
con nuestras incongruencias
con poemas inconclusos
y las tardes amorosas para olvidarlos.

O...
sigamos la aventura
la puerta simplemente la cerramos
con la fiesta absoluta de los cuerpos
que abiertos que se leen
aman y se van.

Tiempo de golondrinas...

O...
ahora el grande serás tú
tenemos poca competencia
por estos días escasea la luz.

O...
espero que regreses pronto del viaje
necesito instrumentos de lectura
tu pasión
tus novedades
y ese contagio siempre de ti,
de estos años amándonos
de estas manos
que siempre encuentran algo nuevo entre tanto recobeco

una lectura nueva O...
siempre la mujer que lee tus esperas
tus mensajes de fuego
tu siempre abierta librería
para iniciar nuestros felices ritos.

O...
se fueron los amigos,
solo nos queda leer la diferente levedad de cada día.
En donde estas
ser de la mirada nueva
de sonrisa hermosa
brazos que embriagan placer.

Solo quiero reconocerte cuando te encuentre
no por una llamada
no por el sitio de siempre,

enigmáticamente,
tu pista es una voz que no se escucha,
una clase que no he tomado,

señor de los acertijos,
del roce exitante de tu cuerpo
y encuentros provocados:
sígueme, que me envuelves con tu exótica presencia
y tu mirada
una es una lluvia de mensajes
pues se alegran tus ojos
en el encuentro,
tus manos corren hacia mi y te detienes...


Bienvenidos los nuevos espejismos
luces de verano

hay una cita pendiente.
Que amoroso lugar este que formamos
en la alto de la rueda de la fortuna:
tu siempre mi guardián
mi paz
mi hombre que das vuelta a estas sensaciones
que en tu piel van y bienen mis tormentos
y tu
siempre allí
rescantando como el príncipe de los dragones
mi hombre, amor,
que me completas
y me devuelves siempre bien
a las luchas constantes
a romper los espejismos de la vida falsa,

cuánto amor me das
cuanto amor necesito para quererte.
Mi siempre bien amado.

jueves, 17 de junio de 2010

Duelos

¡Cuántas muertes, cuántos duelos...
interminablemente
incontablemente...

cuántas derrotas
cuántas veces se ha reconstruido mi alma¡

Solo este trozo del hilo del amor me salva
este pedazo de barca en el que naufrago.

Gracias Caronte por esta nueva ruta del deseo
por rescatarme de esa aguas turbulentas
ser mi compañero, guía, faro de luz
del que no me separo.

No quiero tocar a nadie
me duele saber que ellos sienten, aman, disfrutan la vida,
y yo sigo con este dolor del alma que no cesa
que ya ni las lágrimas me son extrañas,
que tengo al amor rodeandome
y no lo veo
y lo alejo
y le impido el paso a este rincón del alma rota:

mientras solo miro la barca en la que tránsito
junto a la muerte que me señala la siguiente noche.


¿O acaso hay tantas muertes cerca de mi
que no me he dado cuenta que estoy muerta desde hace tiempo?

miércoles, 9 de junio de 2010

Se formaron las muñecas rotas en su balcón
a burlarse
de su dolor
de la mediocridad de la vida:

mirando como destrozas a otra
aplauden la escena.

Ven como tristemente la sepultas en un precipicio
después de ahogarlas con tu "amor":
vas seduciédola, lentamente, incontablemente en cada palabra
en cada roce y ella feliz, disfrutando del dibujo de tus desencantos.

No sabe que la estás destrozando,
ni ellas se lo dirán.

Aplausos ensordecedores, descontroladamente amargos,

que miran como abandonas el escenario, en soledad.

Nadie la ayuda
nadie la consuela.


Ya la invitarán al balcón de las carcajadas.


Como va a dar quien no tiene nada, y no sabe del dar en la vida
si para él todo ha sido recibir y agradecer con destruir.

Amor que destruyes todo lo que inventas, les decía hace tiempo.

Sin equivocarme,
junto mis muñecas.

Las repararé con la mirada anónima de otro hombre,
no todos son iguales.

No todos tienen la profesión de destruir.



http://www.librodearena.com/post/meiga/muneca-rota/61993/5301

martes, 8 de junio de 2010




Soy

te miro desde la puerta blanca donde inicié el viaje.


Muero

se desbordan las tentaciones, sigo la fila de búsqueda en esta selva.


Pasión
te miro, sin atraparte: curiosidad sin tocar, manos atrás. Que no se entere el enemigo.


Hay un beso
una mirada
un luego nos vemos que se desborda.
Tentaciones en el marco de la ventana.


Un experimiento en proceso.
Una mujer que desea, como un gato en la puerta de una jaula.



Él mira entusiasmado a la víctima.

Estas manos que corren deseosas por mirarte
vuelven a temblar de nuevo:
encuentro por las tardes,

nebulosa que llegas del silencio
a los recobecos absurdos del alma,

ser que de un tardío andar
llegas con tu sonrisa de otro mundo
pues siempre creí que había alguien a quien cuestionar en la isla
bendito sean los viajes
las exploraciones matutinas
los pasajes ocultos de otras rutas,

llegaste justamente
a pegar las tritezas
de una muñeca rota:

vuelveme a tocar levemente para integrarme.